Hoy no se dio cuenta que espiaba sus conversaciones para formarme una idea extraoficial de lo que él piensa de mi. De hecho, se ha dado cuenta de lo "aburrido" o "monótono" que soy, porque desde hace un año y medio se ha dado cuenta que mi vida tiene otro sentido; así no sea a su lado. Porque no todo dura cien años en el amor de carne y hueso, sólo en las historias macondianas que permiten que el amor en pareja perdura hasta la eternidad. Una invencible paradoja al idealismo y romanticismo inglés, que precisamente él aborrece por sus ínfulas de liberal hasta los tuétanos.
No os quiero aburriros con mis historias de Quijote aventurero, pero sí dejarles algunas lecciones que el amor me puso en la casilla del buzón.
Hoy recordé que cuando el amor se va por alguna razón, sufrimos por el apego recalcitrante hacia la media naranja, que el compañero o el amigo te acostumbró. Ahora ya es tiempo de estar en paz y seguir adelante. Hoy recordé nuevamente a Buda cuando me enseñaba a desapegarme de las cosas y de la materia para vivir en paz y tranquilidad. La "paz", decía "es la ausencia del deseo". Luego voy directo a esa cesación, a esa inercia que permita suspender el deseo y la dependencia, para así empezar a ser un hombre nuevo.
Nueva York, 15 de julio, 2010 :)
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