martes, 27 de julio de 2010

Me cagaste. No me vuelvo a enamorar


Dicen que del odio al amor hay sólo un paso. Creo también en lo contrario y en la decepción absoluta de un amor frustrado, acabado, desgastado o como en mi caso: una frecuentación hipócrita y profundamente interesada.

Estos días antes de regresar a la cotidianidad me doy cuenta y siento que todo lo nuestro fue por lástima. Una vez me persuado de tal idea, quiero salir corriendo y pienso a cada instante "¿qué diablos hago aquí?"

Ayer decidí distanciarme de él porque así todo será más fácil para mi. Me da asco verlo, mirarlo a la cara, incluso tocarlo por accidente. No les miento, me dan ganas de vomitar cuando lo veo escribiendo desde su teléfono a los amigos que frecuentará cuando ya no esté. Y esto no es mera imaginación, lo escribo porque también le espié su teléfono y los historiales de conversación con un "conocido", que desde que llegó no ha parado de seducirlo son sus llamadas y mensajes y por fin verse las caras.

Este distanciamiento silencioso es una forma buscada de repudio. Una combinación de deseo erótico-emocional con un sentimiento de rechazo. Todo al mismo tiempo.

No lo niego. Lo amo, pero lo repudio. Quiero asegurarme que no sepa de mis pasos más nunca en su vida. Estoy dispuesto - para ser hombre nuevo - ponerme en la tarea de desaparecer mi imagen ante él, y que no sepa más de mi existencia en su vida. Porque ahora pienso en mi, no quiero y no me apetece saber de él nunca jamás. De eso se encargará el tiempo y mis convicciones radicales.

No quiero temblar más. No quiero llorar más en silencio. No quiero perturbación. No deseo sufrir. No me apetece soñar más con él. Quiero velarlo hasta enterrarlo. Quiero que se vaya de mi vida para siempre. Estoy desgastado porque me duele el centro del alma; no puedo respirar bien. Siento que me apago y necesito fuerzas. Necesito la energía de un amor puro y verdadero que me encienda. No quiero caras duras en mi vida, quiero trascender y seguir haciendo todo con exactitud.

Me cagaste mi vida, y estoy seguro que necesitaría otra para perdonarte. Porque quiero estabilidad, deseo tu exterminio. Valgo oro, y así tenga que recoger migajas de metal fundido, lo haré por mi bien. Desde ahora quiero pensar que no existes para mi, que de ahora en adelante, estás muerto para mi.

Nueva York, 17 de julio, 2010

2 comentarios:

  1. Algo así estuve viviendo yo con mi ex-pareja. Es un proceso dificíl; pero necesario.
    Y al final encuentras la paz y te encuentras contigo mismo.
    saludos!

    ResponderEliminar
  2. Ed,

    No sabes cuánto me alegra leer estas letras, se nota claramente que lo escribiste con tu corazón...

    Sé feliz, has tu mayor esfuerzo, al final la persona más importante en el mundo eres tu mismo... invádenos de felicidad cuando necesitemos un poco de ella para los días tristes.

    ResponderEliminar